miércoles, 5 de junio de 2013

Dinero y trueque

Dinero (del latín denarius, denario, moneda romana) es todo medio de intercambio común y generalmente aceptado por una sociedad que es usado para el pago de bienes (mercancías), servicios, y de cualquier tipo de obligación (deudas). Actualmente, el tipo de dinero que manejamos en el día a día es dinero fiduciario.


El trueque es el intercambio de objetos o servicios por otros objetos o servicios y se diferencia de la compraventa habitual en que no intermedia el dinero en líquido en la transacción. Al contrato por el cual dos personas acceden a un trueque se le denomina permuta.
Para que exista el trueque entre individuos, debe existir previamente el excedente (exceso de bienes que no necesitan consumirse), y dar lugar a la división del trabajo. Con la división del trabajo, aparece el trueque y la propiedad privada. Estas condiciones aparecen por primera vez en el neolítico con la aparición de la agricultura y la ganadería y el trabajo productivo.

Ventajas 

Las ventajas del trueque o intercambio para las empresas son muchas, como por ejemplo:

  • Comprar productos o servicios sin realizar movimientos monetarios;
  • Mantener la liquidez de la empresa;
  • Optimizar los resultados financieros del negocio;
  • Mejorar la productividad;
  • Compensar la variación de producción por temporadas, es decir, obtener más clientes aún en temporada baja;
  • Reducir la acumulación de stocks de productos, encontrándoles una salida rentable alternativa;
  • Ampliar las relaciones comerciales con empresas de otros sectores;
  • Conseguir nuevos canales comerciales para el negocio sin modificar la agenda de clientes.

Desventajas 

Una desventaja del trueque podría ser que no se encuentra rápidamente a alguien que quiera intercambiar lo que nosotros deseamos por lo que podemos ofrecer.

Otro inconveniente en el proceso de trueque es la complejidad del cálculo en el valor exacto entre las cosas que vamos a intercambiar (falta de unidad de valor). De todas formas, se suele establecer el precio de los productos o servicios según su valor en el mercado.
El trueque debe ser de manera directa sin intermediarios, ya que con ellos se elevaría el valor de las cosas de ambas partes, solo dando utilidad al intermediario.
A veces, el trueque tiene un valor más bien simbólico según la necesidad que un valor capital. Es decir, si tengo una casa que no estoy utilizando y necesito con urgencia un automóvil, no le daré un valor capital a la casa sino un valor de necesidad.

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